I – El estudiante respetará , protegerá y honrará a toda la Creación,  la vida humana y a todos los seres vivos, esforzándose por vivir en armonía con el Uno y con toda su creación.

 

II – El estudiante  respetará  y honrará al Maestro y al linaje marcial. Cuidará de los estudiantes más nuevos y formará parte de la familia de la escuela, siendo los demás estudiantes sus hermanos y hermanas. Respetará cualquier otro estilo o Maestro  de otro linaje marcial y a sus practicantes, ya que son distintas expresiones a través de las que alcanzar una misma cima.

 

III – El estudiante deberá confiar en el Maestro . Entre el Maestro y el estudiante ha de existir plena confianza. El Maestro sabe qué, cuándo y cómo enseñar al estudiante y el estudiante ha de tomar consciencia de que cada enseñanza se le da de la forma apropiada y en el mejor momento para él. El Maestro se compromete a enseñar al alumno todo lo que el Maestro sabe, siempre que el estudiante esté preparado para ello.

 

El alumno se compromete consigo mismo a reflexionar, practicar y desarrollar lo indicado o enseñado por el Maestro con la debida dedicación y respeto hacia lo aprendido.

 

IV – El estudiante se esforzará en vivir las más altas virtudes: honor, humildad, paciencia, constancia, honestidad, respeto, rectitud, lealtad, generosidad, valor, bondad, magnanimidad y justicia.

 

V – El estudiante sólo usará las técnicas marciales para proteger la vida propia o la ajena y evitará la lucha siempre que sea posible, aun a costa de rechazar un desafío o de parecer cobarde. Sólo combatirá si no existe otra alternativa posible para proteger la vida o integridad propia o ajena.

 

VI – El estudiante nunca abusará de su poder o facultades ya sean físicas, psíquicas, mentales o por la posición o cargo que ocupe en cualquier ámbito de la vida. El estudiante de grado superior debe ayudar –siempre que el Maestro lo indique– al de grado inferior , y éste debe aceptar sus enseñanzas.

 

VII – El estudiante nunca  enseñará las técnicas aprendidas fuera de la escuela.

 

VIII – El estudiante seguirá las reglas de la ética correcta y del comportamiento adecuado en el dojo.

 

IX – El estudiante por encima de todo deberá buscar el desarrollo de su consciencia, la evolución y la libertad espiritual; respetará la libertad ajena tanto como la propia, se esforzará por vivir en la vida diaria desde el amor y la compasión hacia todos los seres humanos –especialmente respecto de aquellas personas que no le agraden o con las que existan conflictos–, y hacia toda expresión de la creación; las anteriores reglas han de estar infundidas del espíritu de esta regla.

 

X – El estudiante se esforzará en practicar estas reglas y profundizar en ellas en su día a día, el Maestro tiene la obligación de hacerlo.